La hidratación es la restitución del agua de nuestro organismo, es decir, es proveer de agua al cuerpo. Es decir, al hidratarnos, estamos restableciendo el grado de humedad perdida a través de:
- El sudor.
- La orina.
- Por la respiración.
- Al hacer ejercicio.
Al tomar agua, estamos restableciendo el grado de humedad de nuestro organismo, estamos enviando a las células:
- Hidratos de carbono.
- Proteínas.
- Vitaminas.
- Minerales.
- Y otros nutrientes esenciales.
- Así como oxígeno.
Para que las células puedan producir la energía necesaria para un buen funcionamiento del cuerpo
La hidratación es vital para nuestro organismo
Es posible afirmar que nuestro cuerpo está compuesto por un 65 % o 75 % de agua.
Razón por la cual el consumo de este líquido es vital para la vida.
Por otra parte, el contenido corporal de agua en el organismo depende de:
- Por una parte, la edad: mayor contenido en niños y jóvenes; y menor en ancianos.
- El sexo: menor contenido en mujeres.
- Y, del peso corporal: menor contenido en personas con obesidad.
El agua permite que el cerebro trabaje más rápido, por eso la hidratación es tan importante
La hidratación es esencial para no deshidratarte
Cuando nuestro organismo pierde mucha agua tiende a deshidratarse, esta condición se da muy frecuente en pacientes con patologías diversas, y por lo general pasa inadvertida.
Cualquier patología que disminuya la ingesta o aumente las pérdidas de fluidos puede producir deshidratación.
Entre los síntomas más frecuentes de la deshidratación tenemos:
- La astenia o decaimiento,
- Además, podrías experimentar fatiga, debilidad en tus músculos, calambres y espasmos.
- También, la alteración de la capacidad funcional.
- Y, la confusión o el deterioro del nivel de conciencia.
Además, la deshidratación puede producir:
- Hipotensión.
- Deterioro de la función renal.
- Mayor riesgo trombótico.
- Y una mayor sensibilidad a la iatrogenia.
No obstante la deshidratación afecta fundamentalmente a:
- Personas vulnerables.
- Niños pequeños.,
- Ancianos.
- Personas que reciben algunos tratamientos, como diuréticos.
Y, también son propensos a sufrir deshidratación, las personas con infecciones respiratorias, diarrea o fiebre de cualquier causa.
Un cuerpo hidratado es un cuerpo saludable
Como comentamos anteriormente, sea porque realizas actividades que exige estar activo constantemente, o, simplemente eres pasivo, todo el día el cuerpo pierde líquido a través del:
- Sudor.
- La orina.
- La evacuación.
- Y demás fluidos corporales.
Por lo que es recomendable seguir estos consejos
Consumir abundante agua permite que:
- En primer lugar, tu cerebro trabaje más rápido, agudiza tu memoria y mejora tu estado de ánimo.
- Además, te ayuda a aumenta la capacidad de concentración y por ende tu rendimiento.
- Por otra parte, te permite evitar dolores de cabeza y estar mentalmente alerta.
Por otra parte, restituye químicos importantes en tu cuerpo
- Recuerda que al ejercitarte el organismo pierde magnesio, potasio y sodio de tu organismo.
- Por consiguiente, al hidratarte repones los minerales perdidos
Es posible afirmar, que al tomar agua se limpian las arterias.
- Es así, que cuando ingieres suficiente líquido, mantienes es sus límites la tensión arterial
- Y así facilitarás la eliminación de residuos en tus células.
Se ha evidenciado que al consumir agua se eliminan toxinas
- Al tomar suficiente agua ayudas a eliminar impurezas y sustancias que el cuerpo ya no requiere.
- Además, la hidratación suficiente mantiene en buen estado el hígado, uno de los órganos responsables de expulsar toxinas.
Por otra parte, ayuda a que tus riñones trabajen correctamente.
- Consumir suficiente agua permite que puedas eliminar residuos a través de la orina.
El consumo de agua facilita la digestión y evacuación
- Al estar bien hidratado acelera el proceso digestivo y, por tanto, aceleras el paso de las heces por medio del tracto intestinal.
Consecuencias para el organismo por no consumir agua
Hay que tener en cuenta, que el no consumir agua trae problemas para la salud. Uno de estos problemas más frecuentes está relacionado con los riñones.
En este sentido, cuando los riñones se enferman, el calcio no se fija correctamente a los huesos. Por lo que:
- Se generan cálculos o “piedras” en los riñones.
- Aumento de los riesgos de anemia e infartos.
- Acumulación de ácido en la sangre.
- En el caso de las mujeres, puede conllevar a desequilibrios en la menstruación.