El ftalato de dibutilo también conocido como DBP o Dibutilftalato, es un compuesto orgánico, soluble en varios solventes orgánicos.
Por otra parte, este compuesto orgánico es usado en la industria:
- Como plastificante.
- También como un aditivo en adhesivos.
- Además en tintas para impresoras.
- Y, en productos cosméticos.
Del mismo modo, es soluble en varios solventes orgánicos entre ellos,
- Alcohol.
- Éter.
- Y, benceno.
El ftalato, tóxico presentes en nuestra vida diaria
Los ftalatos son sustancias químicas presentes en numerosos productos de consumo masivo, por lo que se podrían encontrarse en nuestro organismo.
En este sentido, debemos mencionar que estamos expuestos diariamente con esta sustancia, la cual está presente en muchos utensilios de uso diario en el hogar, entre los cuales podemos mencionar:
- Por una parte, los juguetes.
- También los envases de alimentos o bebidas.
Además forman parte de las fórmulas de productos de higiene y cuidado personal:
- Como geles.
- Champús.
- Y, cosméticos.
Se puede afirmar, que esta sustancia también puede formar parte de materiales de construcción así como, para de productos de consumo masivo, entre ellos:
- Muebles.
- Pinturas,
- Productos de limpieza.
- Los ambientadores.
- Además en pegamentos.
- También, tejidos,
- Los calzados,
- Aparatos electrónicos,
- Y, pesticidas.
Se puede afirmar entonces que esta sustancia está presente en todos los ámbitos de nuestra vida:
- En el hogar.
- Las escuelas.
- También en oficina.
- Además en comercios
- Y un gran etcétera.
El ftalato y la salud
A la luz de lo anterior, estudios de laboratorio, han comprobado la presencia de ftalatos en el organismo debido a la constante exposición con la sustancia.
Se ha evidenciado que estas sustancias pasan al torrente sanguíneo a través de:
- La piel.
- También por vía respiratoria o digestiva.
- Y, se distribuyen por el organismo.
Por consiguiente, a largo plazo la exposición a los ftalatos puede tener efectos tóxicos y originando problemas de salud, tales como:
- El asma.
- Los eczemas.
- Alergias infantiles.
- Además se les asocia a los trastornos en el desarrollo genital masculino.
- Y, con alteraciones en los niveles hormonales.
Controles de uso de la sustancia
Es importante destacar, que se han creado normativas internacionales para el control del uso de esta sustancia.
Así tenemos:
En la Unión Europea, en el año 1976, se prohíbe el uso de la sustancia en cosméticos y esmaltes de uñas.
Luego en 1999, se restringe el uso del ftalatos en juguetes para niños.
Posteriormente en 2005 el Parlamento Europeo prohibió el empleo de seis tipos de ftalatos por considerarlos nocivos en juguetes y artículos de puericultura.
- Es así como los ftalatos: DEHP, DBP y BBP se consideraban perjudiciales para la fertilidad,
- Y, por otra parte, los ftalatos: DINP, DIDP y DNOP, se suponían nocivos para el hígado.
Después se reconocen como nocivos para la salud y disruptores endocrinos, otros cuatro ftalatos:
- Ftalato de bis(2-etilhexilo) (DEHP),
- El ftalato de dibutilo (DBP),
- El ftalato de bencilo y butilo (BBP)
- Y el ftalato de diisobutilo (DIBP)
Y, en diciembre de 2018 estos ftalatos fueron incluidos en el Reglamento REACH, en el que aparecen las sustancias cuyo uso está restringido y requiere autorización.
En Estados Unidos, en 2006, el DBP fue añadido a la Proposición 65 de California, en la Lista de teratógenos sospechosos, por cuanto se sospecha que sea un disruptor endocrino.
Es importante destacar, que en 2008, quedó prohibido de forma permanente el uso de DBP en:
- Los juguetes para niños.
- Y artículos de puericultura.
Sin embargo, y a pesar de las restricciones para su uso, en la actualidad se usa en algunos esmaltes de uñas.
Vigilancia del uso de sustancias prohibidas.
Pese a la cantidad de normativas, reglamentaciones y restricciones aplicadas a esta sustancia se siguen encontrando.
Por otra parte, muchos fabricantes, en su mayoría del continente asiático, han sustituido las sustancias prohibidas por otras que tienen las mismas características tóxicas pero, que todavía no están reguladas.
No cabe duda, que la vigilancia y normativa referida a los ftalatos da una idea de su peligrosidad.
Por lo que, tanto empresas como consumidores, deben desempeñar un importante papel en el control de las sustancias tóxicas.