El botox es una neurotoxina liberada por el botulismo. Se usa para tratar algunas enfermedades neurológicas y en medicina estética.
A la luz de lo anterior, es importante destacar, que el botulismo es una enfermedad que surge de una bacteria que:
- Por una parte provoca parálisis muscular.
- Y, además puede derivar en problemas respiratorios, náuseas o debilidad.
Por otra parte, es importante destacar, que existen siete tipos de toxina botulínica, individualizados de la A, a la G. al respecto podemos señalar que:
- Las toxinas A, B y F son las más potentes.
- No obstante, para la aplicación médica o estética se emplean los tipos A y B.
- Siendo la A la más utilizada.
El botox para qué sirve y sus aplicaciones
En la actualidad el botox se suele utilizar en diferentes aplicaciones médicas, entre ellas:
- Para tratar el estrabismo.
- Las distonías.
- El blefaroespasmo o, la contracción intermitente e involuntaria de la musculatura del ojo.
- Las algias vertebrales.
- La migraña.
- La hiperhidrosis.
- La incontinencia urinaria en parapléjicos.
Por otra parte, la inyección de toxina botulínica en el músculo a través de la piel, elimina o reduce de forma temporal:
- Tanto las arrugas de expresión.
- Como las arrugas del entrecejo.
- También las del cuello.
- Y, las patas de gallo.
La toxina paraliza estos músculos temporalmente, con lo que la piel adquiere un aspecto liso y la expresión se suaviza y rejuvenece.
Uso del botox en medicina estética
Es importante destacar, que el botox es utilizado por la medicina estética, por cuanto está considerado como el tratamiento más adecuado y que ofrece más ventajas al ser aplicado.
- Por otra parte, su uso no requiere cirugía,
- Puede ser aplicado en cualquier momento,
- Además, es indolora,
- Asimismo, sus efectos son inmediatos
- Así como, es muy raro que produzca efectos adversos.
En todo caso, los efectos del botox no son permanentes.
La duración media de un tratamiento dura entre 4 y 6 meses.
Para una nueva aplicación, pasados los 3 meses, se deben esperar 3 meses más para volver a aplicar la terapia.
Finalmente, la toxina botulínica potencia y complementa otros tratamientos estéticos como:
- Los rellenos faciales.
- Los peelings químicos.
- La microdermoabrasión.
Efectos adversos por el uso de botox
En primer lugar, es importante indicar, que este tratamiento debe ser aplicado por profesionales.
El mal uso de esta sustancia puede tener consecuencias negativas para la piel
Los especialistas recomiendan no usar los implantes de botox:
- No deben ser aplicados por debajo del cuello,
- Tampoco a menores de 20 años
- No se recomienda en mayores de 65.
- Además, las mujeres embarazadas tampoco deben someterse a este tratamiento,
- Y, las personas alérgicas al complejo de la neurotoxina o sus excipientes no deben hacer uso de este tratamiento.
- Se debe informar al médico si se están tomando antibióticos o si se tienen problemas neurológicos o musculares.
- Tampoco se recomienda administrar toxina botulínica en pacientes con antecedentes de dificultad para tragar.
Es importante destacar, que el uso de botox, además, puede causar:
- Cefaleas.
- Náuseas.
- Inflamaciones.
- Y, parálisis facial.
- Dificultades para hablar, tragar o respirar.
- Y, posibles caídas de las cejas y los párpados.
Otras aplicaciones de la toxina botulínica
Es posible afirmar que la toxina botulínica se puede utilizar para otras muchas situaciones o enfermedades, entre las que se incluyen:
- Distonías o movimientos musculares anormales.
- Blefarospasmo o la contracción persistente de la musculatura de alrededor de los ojos).
- Estrabismo.
- Espasticidad o rigidez, por ejemplo en pacientes que han tenido un ictus.
- Incontinencia urinaria en parapléjicos.
- Hiperhidrosis, o sudoración excesiva.
- Y, la Sialorrea, que es la excesiva producción de saliva.