El desmaquillante es un producto cosmético especial para limpiar el maquillaje u otras sustancias cosméticas.
Es esencial para conservar una piel sana y joven.
Forma parte de la rutina diaria.
El desmaquillante Principales tipos desmaquillantes
- Oleosos: con base de aceite y mezclas de otros ingredientes.
- Bifásicos: elaborados con aceites y agua. Resultan perfectos para retirar los maquillajes de larga duración, pestañas postizas, entre otros.
- Toallitas desmaquillantes: son toallitas desechables elaboradas en un material especial para la piel del rostro e impregnadas de algún tipo de desmaquillante. Ideales para viajes, la oficina.
- Desmaquillantes en leche o leches desmaquillantes: tienen una consistencia lechosa y generalmente ofrecen doble acción ya que además de desmaquillar humectan la piel.
- En crema ideales para pieles maduras.
- Desmaquillantes en gel.
El desmaquillante bifásico
El bifásico contiene una fase acuosa y una fase oleosa.
En la fase acuosa encontramos tensioactivos, que son las sustancias que ayudan a atrapar la suciedad, despegarla de la piel y eliminarla.
La fase oleosa, está formada por aceites o sustancias que se disuelven en aceite nos va a ayudar a despegar todo ese maquillaje resistente al agua.
Cómo se utilizan
En primer lugar, debemos agitar muy bien el producto para mezclar ambas fases hasta que se hace homogéneo.
En segundo lugar, coloca un poco de la mezcla sobre un disco desmaquillante o algodón, pásalo por toda la piel de tu cara presionando suavemente.
Por último, para eliminar los restos de este desmaquillante usa un gel limpiador, espuma, leche limpiadora o agua micelar para retirarlo.
El agua micelar
Este producto se compone de moléculas oleosas suspendidas en agua, llamadas «micelas» y de ahí el nombre.
- Estas moléculas atraen suavemente la acumulación de suciedad, sebo, maquillaje y otras impurezas al contacto.
- El otro componente importante del limpiador es el agua blanda, o agua con bajas concentraciones de iones de magnesio y calcio que nutren y son amables con la piel.
El agua micelar, se considera el paso cero en el cuidado de tu piel.
Las micelas son la base del aceite, no despojan a la piel de su humedad natural como muchos limpiadores tradicionales.
Debes usarla todos los días como parte de tu rutina para remover suciedad y maquillaje ligero diario.
La leche limpiadora
Es recomendable para las pieles secas o resecas y aquellas que son más sensibles. No solo se trata de una crema desmaquillante, sino de un poderoso limpiador que hidratará y nutre la piel mientras la limpias.
Puedes aplicar la leche limpiadora con un disco de algodón o con los dedos dando masajes circulares. Retira el limpiador con agua tibia y listo.
Sin embargo, ésta no es recomendable para pieles mixtas ni para las pieles grasas, ya que puede alterar la producción de sebo en la piel y aportar brillos indeseados.
El bálsamo desmaquillante
Es un desmaquillador sólido. Funciona como un aceite solidificado que se diluye al contacto con la piel. Limpia e hidrata la piel en profundidad.
Ahora bien, este bálsamo eliminará no sólo los restos de maquillaje, sino también los restos de grasa, de protectores o filtros solares. Este tipo de limpiador y desmaquillante es ideal para pieles mixtas o grasas.
Es muy fácil de usar. Aplicarlo y distribúyelo en el rostro con los dedos y con movimientos circulares para favorecer la circulación, al contacto con la piel se vuelve aceitoso. Tras retirarlo, se notará una piel limpia, sedosa e hidratada.
Las toallitas desmaquillantes
Estas toallitas son nuestras mejores aliadas para retirar el maquillaje de forma cómoda y fácil.
Sin embargo, la limpieza es superficial, debes lavarte la cara con agua después de usarlas, ya que quedan residuos que pueden llegar a irritar o secar la piel.
Son muy sencillas de usar, solo tienes que pasarla por todo tu rostro arrastrando el maquillaje y las impurezas.
El gel limpiador
Los limpiadores en gel, son la opción más que recomendable para quienes buscan un limpiador facial «todoterreno».
Este tipo de limpiadores se caracterizan por aportar una «limpieza profunda», porque contiene exfoliantes que ayuda a retirar cualquier tipo de impurezas y células muertas de la piel. Además, reduce la grasa superficial e hidrata la piel y no suele causar alergias.
Por otra parte, los limpiadores en gel son ideales para grasas y mixtas y aquellas que tienden al acné porque abre los poros, algo que evita la proliferación bacteriana.
Sin embargo, la mayor ventaja es que, aparte de limpiar, retiran con gran facilidad cualquier tipo de maquillaje.
Aplícalo sobre tu rostro siempre con los dedos y con movimiento circulares. No dejes de masajear hasta que se forme una textura jabonosa. Además, si tienes la piel seca, humedécela antes de aplicar el limpiador en gel. Retira el limpiador con abundante agua tibia o fría y listo. No olvides aplicar tu tónico o serum y tu hidratante facial.